Sin embargo, para garantizar que estas inversiones sean efectivas, es esencial medir el valor real de los programas de formación y desarrollo.
En esta nota, el Área de Formación y Desarrollo de CREA te propone algunas ideas acerca de cómo hacerlo de manera efectiva:
1. Establecer objetivos claros:
Antes de comenzar cualquier programa de formación, es fundamental definir objetivos claros y medibles. ¿Qué esperás lograr con esta capacitación? Esto podría incluir mejoras en el desempeño laboral, un aumento en la productividad, una reducción en la rotación de personal, o cualquier otro resultado específico que busques. Establecer estos objetivos te proporcionará un punto de partida sólido para la medición.
2. Utilizar métricas relevantes:
Identificá las métricas que te ayudarán a evaluar el éxito de tus programas de formación y desarrollo. Estas métricas pueden variar según los objetivos que hayas establecido. Algunos comunes incluyen tasas de finalización, resultados de evaluación de los participantes, mejoras en el rendimiento laboral, tasas de retención de empleados y el retorno de inversión (ROI) de la capacitación. Te sugerimos leer nuestra nota sobre ¿Cómo generar métricas de capacitación alineadas a los objetivos estratégicos de la empresa?
3. Realizar evaluaciones antes y después:
Para medir el impacto real de la capacitación, es crucial realizar evaluaciones tanto antes como después de que los colaboradores participen en los programas. Esto te permitirá identificar las brechas en habilidades y conocimientos antes de la capacitación y evaluar el cambio y el crecimiento después de completarla. Algunas instituciones educativas facilitan este tipo de evaluaciones diagnósticas previas en sus programas, y test evaluativos finales para poder demostrar los aprendizajes logrados.
4. Obtener retroalimentación de los colaboradores:
Recopilá la opinión de las personas que han participado en los programas de formación y desarrollo. Sus comentarios pueden proporcionar información valiosa sobre la calidad de la capacitación, la relevancia de los contenidos y si la misma cumplió con los objetivos planteados en el punto 1. Intercambiá ideas con ellos el día después del curso, pues los contenidos están frescos y seguramente la persona tenga en mente varias ideas para llevar a cabo en el puesto de trabajo. No dejes que ese insumo se pierda en el tiempo. Ajustá el objetivo a alcanzar, si fuera necesario y genera un compromiso de mejora de un resultado o proceso, consensuado con el colaborador, a partir de lo aprendido.
5. Calcular el ROI:
Determinar el ROI (retorno de la inversión) de los programas de capacitación es esencial para continuar orientando nuestros esfuerzos de formación y desarrollo en la compañía. Compará, si fuera posible, el costo total de la capacitación con los beneficios tangibles obtenidos, como un aumento en la producción o en las ventas, una mayor eficiencia o mejora en un proceso, una reducción en los costos de contratación y retención, etc. La idea es vincular los procesos de aprendizaje a objetivos / metas a alcanzar, para poder medir así el verdadero impacto de la inversión en capacitación.
6. Realizar un seguimiento a largo plazo:
El valor de la capacitación no siempre se manifiesta de inmediato. Algunos beneficios pueden ser a largo plazo, como el desarrollo de líderes internos o la mejora de la cultura organizacional. Por lo tanto, es importante realizar un seguimiento continuo y evaluar el impacto en el transcurso del tiempo.
7. Adaptar tus programas según los resultados:
Utilizá los datos recopilados para ajustar y mejorar tus planes de capacitación. Esto asegurará que tus inversiones futuras sean aún más efectivas y estén alineadas con las necesidades cambiantes de la organización.
En resumen, medir el valor de tus programas de formación y desarrollo es esencial para garantizar que estés obteniendo el máximo provecho de tus inversiones. Establecer objetivos claros, utilizar métricas relevantes y recopilar datos a lo largo del tiempo te permitirá evaluar y mejorar continuamente tus programas, lo que a su vez contribuirá al éxito sostenible de tu empresa.
La capacitación y el desarrollo efectivos son la clave para mantener a tu equipo motivado, comprometido y equipado con las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos del mercado actual.